La mayoría de las instalaciones industriales usan agua como medio de enfriamiento. Las principales razones para utilizar agua son su disponibilidad en la mayor parte de zonas industrializadas y su elevado calor específico.
Normalmente, el agua no entra en contacto directo con el material a enfriar, sino que el intercambio se realiza a través de una pared, por lo general metálica, buena conductora del calor. Esta pared es la superficie de intercambio de calor y lo mismo que el agua, el fluido a enfriar, está encerrado en un recipiente llamado intercambiador de calor.
En una primera división, los sistemas de refrigeración se clasifican en: sistemas abiertos y cerrados. Los sistemas cerrados pueden, a su vez dividirse en sistemas con recirculación abierta y de recirculación cerrada.