Las balanzas son fundamentales en nuestra vida diaria; las mismas se utilizan con el objeto de medir la masa de un cuerpo con la mayor precisión posible.
Existen en la actualidad diversos tipos de balanzas: las electrónicas, las de platillos, las romanas, etc, con ellas se pueden conseguir distintas precisiones al realizar la medición de la masa.
Para los que quieren obtener una medición más exacta se recomienda adquirir una balanza analítica, éstas suelen ser encerradas en una urna de vidrio para que no las afecten las corrientes de aire. Cada ve que nos disponemos a utilizar una balanza es necesario calibrarla, conseguir de alguna forma que si no tienen ningún cuerpo a ser pesado éstas marquen cero.
La balanza (del latín: bis, dos, lanx, plato) es una palanca de primer género de brazos iguales que mediante el establecimiento de una situación de equilibrio entre los pesos de dos cuerpos permite medir masas. Al igual que una romana, o una báscula, es un instrumento de medición que permite medir la masa de un objeto.
Para realizar las mediciones se utilizan patrones de masa cuyo grado de exactitud depende de la precisión del instrumento. Al igual que en una romana, pero a diferencia de una báscula o un dinamómetro, los resultados de las mediciones no varían con la magnitud de la aceleración de la gravedad.
El rango de medida y precisión de una balanza puede variar desde varios kilogramos (con precisión de gramos), en balanzas industriales y comerciales; hasta unos gramos (con precisión de miligramos) en balanzas de laboratorio.