El pH sirve como una forma práctica de comparar la acidez o la alcalinidad relativa de una solución a una temperatura dada.
Un pH de 7 describe una solución neutra porque las actividades de los iones de hidrógeno e hidróxido son igua es. Cuando el pH está por debajo de 7, la solución se describe como ácida porque la actividad del ion de hidrógeno es mayor que la actividad del ion de hidróxido.
Una solución es más ácida cuando aumenta la actividad del ion de hidrógeno. Como consecuencia, el pH se reduce. En cambio, cuando aumenta la actividad del ion de hidróxido, la solución se torna más alcalina, también se le denomina básica, con lo que aumentará el pH.
En la práctica, las mediciones con electrodo de pH se efectúan comparando las lecturas en una muestra con las lecturas en las soluciones estándar cuyo pH ha sido definido ("tampones") previamente.
Estas mediciones son determinaciones relativas y no determinaciones termodinámicas exactas de la actividad. Las mediciones con electrodo de pH pueden servir para detectar el punto final de titulación que dará una indicación de la acidez o la alcalinidad en términos de la concentración total, en lugar de darla en términos de la actividad.