La cal es esencial para ajustar el pH y suavizar el agua potable y las aguas de proceso, así como para el tratamiento de aguas de desecho urbanas e industriales.
La cal viva es ampliamente usada para estabilizar lodos residuales y para el tratamiento de desechos orgánicos urbanos antes de su uso agrícola o incineración.
En el tratamiento de aguas residuales la cal es usada para ajustar el pH de aguas de desecho ácidas y para la floculación y precipitación de metales pesados.