Proceso de solubilidad

El agua es un solvente de gran cantidad de sales inorgánicas, de compuestos orgánicos y de gases. Es la fase dispersante en el estado coloidal de la célula y la fase dispersa la forman las proteínas solubles en agua. No se conoce a la fecha otro compuesto como el agua que posea estas propiedades a la vez. Por ejemplo, el dimetilsulfóxido posee una constante dieléctrica grande y es una buena base de Lewis pero no forma puentes de hidrógeno; el fluoruro de hidrógeno (ácido fluorhídrico) tiene una constante dieléctrica grande y forma puentes de hidrógeno pero no es buena base de Lewis; y amoníaco gaseoso es buena base de Lewis y forma puentes de hidrógeno pero no tiene una constante dieléctrica grande. Cuando se disuelve un sólido o un líquido las unidades estructurales (iones o moléculas) se separan una de otra y el espacio entre ellas es ocupado por una molécula del solvente. Durante el proceso es necesario suministrar energía para vencer las fuerzas interiónicas o intermoleculares, la que es aportada por la formación de uniones entre partículas del soluto y moléculas del solvente. Solamente el agua y solventes muy polares pueden disolver en cantidad apreciable compuestos iónicos, que debido a las atracciones electrostáticas forman enlaces ion-dipolo, los cuales aportan energía suficiente para vencer las fuerzas interiónicas en el cristal. En el proceso de disolución cada ion es rodeado por muchas moléculas del solvente (solvatación). Además un solvente para que pueda disolver a los compuestos iónicos necesita tener una constante dieléctrica muy grande, es decir, que debe tener propiedades muy aislantes para disminuir la atracción entre los iones de carga opuesta una vez que se encuentren solvatados. El agua es un solvente muy importante de compuestos iónicos debido a su polaridad, a su elevada constante dieléctrica y a que su grupo -OH le permite formar puentes de hidrógeno. Es capaz de solvatar tanto cationes (iones con carga positiva) en su polo negativo (esencialmente sus electrones no compartidos) como aniones (iones con carga negativa) por medio de puentes de hidrógeno. Cuando se quiere preparar una solución, es obvio que en general se busca un solvente apropiado a la naturaleza del soluto y al efecto de la temperatura sobre la solubilidad del soluto, y los demás factores que tienden a complicar al fenómeno de disolución como la solvolisis en la que las moléculas del soluto separan a las moléculas del solvente, que complican aún más la selección del solvente (solvolisis, con el agua es hidrólisis; con el amoníaco es amonolisis). El término solubilidad se utiliza tanto para designar al fenómeno cualitativo del proceso de disolución como para expresar cuantitavivamente la concentración de las soluciones. La solubilidad de una sustancia depende de la naturaleza del disolvente y del soluto, así como de la temperatura y la presión del sistema, es decir, de la tendencia del sistema a alcanzar el valor máximo de entropía. Al proceso de interacción entre las moléculas del disolvente y las partículas del soluto para formar agregados se le llama solvatación y si el solvente es agua, hidratación..a2pb{position:absolute;clip:rect(460px,auto,auto,450px);}what do you do when cialis doesnt work

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