Este método se utiliza para eliminar materia orgánica disuelta en el agua y consiste en hacer pasar por columnas rellenas de carbono granular activado al agua.
Como el carbono es muy poroso y tiene una gran superficie de contacto los contaminantes orgánicos se adhieren en la superficie del carbono y además sirve para eliminar los sólidos en suspensión. Aprovechando la propiedad de adsorción del carbono se eliminan los compuestos orgánicos residuales y la mayoría de los sólidos en suspensión del agua.
El carbono se puede regenerar para reutilizarse mediante un horno para quemar el material orgánico adsorbido.