Es una medida de la habilidad que tiene una solución para conducir la corriente eléctrica. La unidad de medición es el siemen/centímetro.
La conductividad es una expresión numérica de la capacidad de una solución para transportar una corriente eléctrica esta capacidad depende de la presencia de ion y de su concentración total, de su movilidad, valencia y concentraciones relativas, así como de la temperatura de la medición.
Las soluciones de la mayoría de los ácidos, bases y sales presentan coeficientes de conductividad relativamente adecuados. La resistencia de un conductor es inversamente proporcional a su área de sección transversal y directamente proporcional a su longitud.
La conductividad de las aguas potables de los Estados Unidos oscila generalmente entre 50 y 1500 micro mhos/cm. Los mhos son inversos a los omhs donde se refiriere entonces a la conductancia, y en las aguas residuales domésticas es superior a 10,000 micro mhos/cm.
La conductividad electrolítica (a diferencia de la metálica) aumenta con la temperatura a un índice de 1.9 por 100/grados centígrados aproximadamente.
La conductividad eléctrica es la inversa de la resistividad específica. Se mide en ohm-1 m-1 o Siemens/m. La conductividad depende de la migración de cargas eléctricas (electrones o iones). El agua pura no es buena conductora, pero sí lo es el agua con sustancias iónicas disueltas, por lo que la medida de la conductividad del agua sirve para medir la salinidad.