Hace dos años, el Lago Rapel estaba cubierto de una costra verde, los pejerreyes yacían muertos en la orilla seca y la práctica de velerismo y esquí acuático era imposible. Hoy, a pesar de que la escasez hídrica aún persiste en gran parte del país, luce colmado de agua y se observan pescadores y embarcaciones. Rapel se recuperó y espera recibir a 15 mil turistas este verano, según cifras del Sernatur.
El lago Rapel -ubicado en la Región de O'Higgins, 130 kilómetros al suroeste de Santiago- corresponde en realidad al embalse del mismo nombre con que Endesa genera electricidad.
En su peor momento, en el verano de 2011, la cota del lago cayó a 101 metros, contra los 104,3 metros que exhibe hoy. Aunque parece pequeña, la diferencia de 3,3 metros es significativa. "En terrenos que tienen una costa menos pronunciada, cuatro metros puede significar que, delante de una casa, la gente no vea agua", explica Óscar Anwandter, presidente del Consejo de Desarrollo y Protección del Lago Rapel (Codepra).
El personero recuerda que Endesa "siempre mantenía altos niveles de agua en verano, para utilizarla en otoño, cuando aumenta el consumo de energía eléctrica en la Región Metropolitana. En los últimos tres años, cuando tuvimos períodos muy secos, Endesa consumió esa agua en verano.
La disminución de la cota hizo proliferar microalgas que, a su vez, causaron masivas mortandades de peces. Los turistas ni siquiera podían nadar.
Tras largas negociaciones entre Codepra, el gobierno regional, la Seremi de Medio Ambiente y Sernatur, entre otros, se acordó con Endesa mantener la cota a no menos de 104 metros durante el verano, lo que asegura la navegación deportiva.
Felipe Avendaño, seremi de Medio Ambiente de O'Higgins, explica que Rapel también tiene gran importancia para el ecosistema, pues está a 40 km del humedal Yali. "Especies como las garzas vienen a anidar y a comer en el lago", precisa.
La recuperación del Rapel es vital para las comunas de Las Cabras, La Estrella y Litueche. Hoy existen 3.800 propiedades repartidas en 140.700 metros lineales de la ribera. Según Codepra, a 2017 la zona podría potencialmente contar con 36 mil propiedades.
La inversión turística privada en el lago suma US$ 1.200 millones, cifra que incluye las actuales segundas viviendas, comercio, centros náuticos, una veintena de campings y hospederías. Se espera que en cuatro años el desarrollo turístico alcance US$ 4 mil millones.
Otro aspecto que se trabaja es la mitigación de malos olores provenientes de criaderos de cerdos. La comunidad ya se manifestó contra la llegada de tales empresas.
3.800propiedades se ubican en 140.700 metros lineales de la orilla del Lago Rapel.
20 milpersonas viven del turismo en la zona, a través de campings, cabañas y comercio.