La Comisión para la Cooperación Ambiental (CCA) elaboró el presente documento para animar las discusiones y centrar el debate sobre el agua subterránea en el entorno de América del Norte. La CCA examinó antes el marco jurídico y político en que se inscribe el manejo del agua dulce transfronteriza en la región y ha identificado algunas tendencias incipientes en la materia. En junio de 2001 el Consejo de la CCA pidió al Secretariado que analizara los aspectos del agua dulce relativos al precio local del agua y el manejo de las cuencas de agua, así como que promoviera tecnologías accesibles y asequibles para mejorar el manejo del vital líquido. La CCA incluirá un capítulo especial sobre el agua en su próximo Informe del Estado del Medio Ambiente en 2003. La CCA ha elegido centrarse ahora en el agua subterránea por tratarse del elemento menos comprendido dentro del sistema de agua dulce. Como se afirma en este documento de discusión, algunas dependencias han instado a los gobiernos a elevar su comprensión de ese recurso. Muy poco sabemos sobre cuánta agua subterránea está disponible, cuánta se consume en la actualidad, cómo fluye en el subsuelo y otros datos importantes. Como recurso, el agua subterránea no se ha examinado desde una óptica de América del Norte. El agua subterránea es una parte vital (aunque subestimada) de nuestro sistema de agua dulce.
Casi 200 millones de residentes de América del Norte dependen del agua subterránea para el uso doméstico. También es vital para los sectores agrícola e industrial de la economía de la región y desempeña un papel esencial en la conservación de nuestros ríos, corrientes, lagos, humedales y sistemas acuáticos. Sin embargo, el recurso está amenazado: la contaminación de los acuíferos se da en toda América del Norte y en muchos lugares se usa el agua subterránea con mayor rapidez que con la que la naturaleza la puede reemplazar. Algunos factores incipientes, como la posibilidad del comercio internacional del agua, el veloz crecimiento de la población en zonas de alta demanda del líquido y el cambio climático, aumentarán las presiones en el agua subterránea. EL ESTADO DEL RECURSO
El agua subterránea es un recurso de vital importancia en América del Norte Muchas personas en América del Norte asocian el agua dulce con imágenes del correr de un río y lagos destellantes. Sin embargo, la realidad es que la mayoría del agua dulce líquida del mundo 97% según algunos cálculos no es visible, sino que yace en el subsuelo en los acuíferos (Sampat, 2000, Monroe y Wicander, 1994).
Parte de este agua subterránea fría, limpia y en lento movimiento es un legado del pasado y se ha almacenado en los acuíferos por hasta 10,000 años (Environment Canadá, 1999). La abundancia del agua varía con amplitud en América del Norte. Canadá, por ejemplo, es relativamente rico: posee alrededor de 9% del agua dulce accesible y renovable del orbe. La gran mayoría de ésta es subterránea, cuyo volumen se calcula en 37 veces más grande que el del agua de los lagos y ríos del país.
A la luz de los patrones de asentamiento casi todos los canadienses viven en una estrecha banda en la parte sur del país, mientras que muchos de los ríos fluyen hacia el norte rumbo al Ártico, 90% de la población tiene acceso a sólo 40% del agua (Labelle and Forge, 2001). Disponibilidad de agua dulce Recursos renovables de Agua Dulce(Kilómetros Cúbicos / años) Canadá 2.849,5 Estados Unidos 2.459,1 México 359,5 América del Norte 5.668,1 Como se muestra en el cuadro, cuya unidad es la disponibilidad de recursos de agua dulce renovable, Estados Unidos también cuenta con extensos recursos de agua dulce. En contraste, el respectivo volumen de México es significativamente menor. Uso humano
El agua subterránea constituye una proporción significativa del agua dulce que se extrae anualmente en América del Norte, sobre todo en Estados Unidos y México. Sin embargo, estas cifras no reflejan de manera adecuada la importancia de las aguas subterráneas. Cantidad de Agua Subterránea Extraída País Cantidad Anual Extraída(Km3) Porcentaje de toda el agua extraída Canadá 1 2% Estados Unidos 106 23% México 25 34% Fuente: World Water Vision, 1999 con base en varias fuentes Como se aprecia en el cuadro que continuación se detalla, alrededor de 198 millones de habitantes de América del Norte dependen de las agua subterráneas para beber, lavar, retirar los residuos y otros usos domésticos. Más de un cuarto de los residentes de Canadá, la mitad de los de EU y dos tercios de los de México usan agua subterránea para usos domésticos. Población que depende del Agua Subterránea para uso doméstico País Población dependiente de Agua Subterránea (millones) Porcentaje de la población total Canadá 7.9 27% Estados Unidos 130 50% México 60 66% Fuente: World Water Vision, 1999 con base en varias fuentes La dependencia respecto de las agua subterráneas varía de modo considerable en Canadá y Estados Unidos. Por ejemplo, sólo 20% de los residentes de Quebec dependen de las aguas subterráneas, pero 60% de quienes viven en Nueva Brunswick y casi 100% de quienes habitan la Isla del Príncipe Eduardo satisfacen con ellas sus necesidades de agua potable (Environment Canadá, 2001). En partes de Florida, en la zona que circunda San Antonio en Texas, y en la región de Albuquerque, Nuevo México, el agua subterránea es la única fuente disponible de agua potable (NRC, 2000). En EU y en México la mayoría del agua subterránea que se extrae se emplea en el sector agrícola para irrigación y para abrevar al ganado. En Canadá, el uso doméstico rivaliza con el agrícola en importancia. Alrededor de 89% de los agricultores canadienses dependen del agua subterránea para beber e irrigar (Agriculture and Agri-Food Canadá 2000).
Valor ecológico Además de los usos humanos que satisface, el agua subterránea realiza muchas otras funciones ecológicas fundamentales. Es parte esencial del ciclo hidrológico en que el agua se mueve constantemente, sobre y bajo la superficie del planeta. Como tal, desempeña una función importante en el mantenimiento de corrientes, ríos, lagos, humedales y comunidades acuáticas. Por ejemplo, las agua subterráneas contribuyen con una cantidad significativa del suministro general de agua en los Grandes Lagos: desde 22% del suministro al lago Erie, hasta 42% del suministro a los lagos Hurón y Ontario (IJC, 2000).
Las interacciones de las aguas subterráneas y superficiales son complejas y variables. La función típica de los humedales, como los cenegales de las praderas que se encuentran en terrenos altos, suele recargar los acuíferos que yacen bajo su manto, mientras que los que se encuentran en altitudes menores suelen recibir la mayoría de sus aguas del subsuelo. La contribución de las aguas subterráneas al caudal de ríos y arroyos varía según la geología superficial y otros factores. En algunas zonas de Ontario, en donde predominan los suelos de cieno y barro, las aguas superficiales contribuyen con menos de 20% de las corrientes. En donde dominan el arena y la grava pueden contribuir con 60% o más del total del flujo (IJC, 2000).
La descarga de agua subterránea es un factor determinante en la viabilidad biológica de las corrientes tributarias. En zonas relativamente inalteradas, las descargas de agua subterránea suministran
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