Por el agua embotellada:
Nestlé se enfrenta con los ecologistas
Los detractores condenan el consumo de energía para transportarla, el uso de miles de millones de botellas plásticas, y se oponen a los planes de explotar nuevos manantiales, citando preocupaciones sobre la escasez del recurso hídrico.
Deborah Ball
CASCADE LOCKS, Oregon, EE.UU.- En este idílico pueblo en la ladera norte de Mount Hood, una autopsia a tres truchas arco iris podría jugar un papel crucial en los esfuerzos de Nestlé SA para revertir un pronunciado declive en su negocio de agua embotellada.
El agua mineral, que durante años generó un crecimiento de dos dígitos para el gigante suizo de alimentos, es blanco de las críticas de los ecologistas. Los detractores condenan el consumo de energía para transportarla y el uso de miles de millones de botellas plásticas, y se oponen a los planes de explotar nuevos manantiales, citando preocupaciones sobre la escasez de agua.
En Cascade Locks, Nestlé tiene planes de embotellar 100 millones de galones (380 millones de litros) de agua al año de un nuevo manantial para su marca Arrowhead y, a la vez, mantener contentos a los ecologistas. Una clave es probar que el agua extraída del manantial -que abastece un criadero de salmones rojos de Idaho, una especie en vías de extinción- puede ser reemplazada por agua del pozo municipal sin perjudicar a los peces.
"Años de alegría"
Nestlé lleva a cabo una prueba de un año aquí para criar 700 truchas arco iris en un tanque lleno de agua de pozo. Preocupados de que los activistas puedan sabotear la prueba, Nestlé colocó el tanque de aproximadamente 6.400 litros bajo seguridad extrema, que incluye cámaras de video. Los funcionarios del Departamento de Pesca y Vida Silvestre de Oregon, monitorean el progreso de los peces y están haciendo la autopsia de los tres que han muerto hasta ahora.
"Nos acusan de extraer agua, lo que sugeriría que estamos agotando un recurso", dice Kim Jeffrey, presidente ejecutivo de la división norteamericana de agua de Nestlé. "La noción de que simplemente tomamos lo que queremos no es cierta".
El proyecto es un testimonio de la determinación de Nestlé de mejorar su negocio de agua mineral. Sus ventas de agua en América del Norte cayeron a 4.400 millones de francos suizos (US$ 4.200 millones) en 2009, un descenso de 13% desde 2007.
"El agua es una categoría que nos dio tantos años de alegría", señaló el presidente ejecutivo de Nestlé, Paul Bulcke, en una entrevista. "Y, de repente, esto cambió. Eso es lo que duele".
Hasta 2007, el agua en botella fue un negocio ideal para Nestlé, cuyas marcas incluyen Pure Life, Poland Springs y Perrier.
El crecimiento anual del negocio de agua en EE.UU. de Nestlé superó 15% a mediados de la década de 2000. El año pasado, tenía 38% del mercado estadounidense de agua embotellada, que mueve US$ 10.000 millones al año, más que sus rivales Coca-Cola Co. y PepsiCo Inc. combinados.
Ventas globales
A nivel global, las ventas de agua de Nestlé alcanzaron en 2009 9.061 millones de francos suizos (US$ 7.800 millones), provenientes principalmente de EE.UU. y Europa. América Latina representa un porcentaje pequeño en su negocio de agua (ver gráfico).
Las perspectivas en los últimos dos años se han ensombrecido en EE.UU. a medida que los ecologistas han hecho del agua embotellada su nueva causa. Algunos restaurantes finos de Los Ángeles y Nueva York han dejado de ofrecer agua en botella.
Las embotelladoras sostienen que su agua representa sólo una pequeña porción del uso total y que generalmente se extrae de forma sostenible.
En 2007, un grupo lanzó una campaña publicitaria llamada "Mentir en publicidad". Un póster decía que "el agua embotellada causa ceguera en los cachorros". Luego agregaba: "Si las empresas de agua embotellada pueden mentir, nosotros también podemos".
Nestlé ha sido un blanco favorito de los activistas desde los años 70, cuando recibió duras críticas por la promoción de su leche infantil a madres de bajos ingresos en países en desarrollo. Cerca de 80% del agua mineral de Nestlé proviene de manantiales, mientras que el resto es municipal purificada.
Encontrar el manantial adecuado para el agua embotellada no es una tarea fácil. El transporte de agua es costoso, por lo que la fuente debe estar relativamente cerca de grandes mercados. El manantial debe tener capacidad de sobra para que valga la pena construir una planta embotelladora cerca y el agua necesita tener el equilibrio perfecto de minerales para que tenga un buen sabor.
Cascade Locks es una oportunidad única. Actualmente, la empresa lleva el agua en camiones desde California o British Columbia.
Nestlé bombearía el agua de este manantial a una nueva planta de US$ 50 millones que ha propuesto y en la que trabajarían 53 personas. A cambio, transportará agua del pozo municipal al criadero de truchas para reemplazar toda el agua sacada del manantial. Nestlé pagaría US$ 360.000 al año a la municipalidad por el agua, bajo las actuales tarifas de la industria, pero puede que llegue a un acuerdo con precios especiales.
La compañía ha hecho esfuerzos por explicar en detalle sus planes a los residentes del lugar, pero los críticos no han dado tregua.