27/11/2004
La dureza de un agua es debida al contenido en ciertas sales de calcio y magnesio, que pueden estar presentes en concentraciones anormalmente altas.
Los problemas de un agua dura se verifican en el hogar cuando se dificulta la cocción de algunos alimentos (como las verduras) ya que los mismos quedan duros y en ocasiones amargos. Un agua dura mancha los artefactos del baño (inodoros, bañeras) y los de la cocina. Asimismo, un agua dura dificulta la formación de espuma cuando nos bañamos o cuando se lava la ropa.
Desde el punto de vista de la salud, consumir un agua dura no involucra riesgos sanitarios.
Un agua dura se puede tratar "ablandándola" por procesos químicos, que pueden realizarse tanto en una planta de tratamiento de agua como en el hogar. En éste último caso, existen pequeños sistemas conteniendo unas resinas especiales, que retienen las sustancias causantes de la dureza cuando se hace pasar el agua a través de ellas.
Fuente: cepis.ops-oms.org/