"Este proyecto no es que Chuquicamata esté en la ventana de Lo Barnechea... El proyecto Expansión Andina 244 estará a 50 kilómetros de Santiago".
Con esas palabras el presidente de Codelco, Thomas Keller , defendió ante la Comisión de Minería de la Cámara de Diputados la iniciativa que contempla ampliar el actual yacimiento de cobre Andina -que busca convertirla en la mina más grande de la empresa en el año 2019- y aseguró que las consecuencias de esa expansión sólo afectarán a los glaciares de la cuenca del río Blanco (afluente del Aconcagua) sin influir las del río Maipo y del Mapocho.
El proyecto, desde que se presentó su Estudio de Impacto Ambiental, ha encontrado el rechazo de los vecinos y autoridades comunales de Lo Barnechea, una de las 13 comunas donde se emplaza. Ellos exigen que se realicen más estudios que aseguren que no habrá contaminación y que el suministro de agua de la capital no será afectado por la construcción y operación de la mina, cuya entrada en operación sería en 2020.
"Este proyecto no se realiza en la cuenca del Mapocho ni la del Maipo. Está separado de dichas cuencas por cumbres que llegan a 5 mil metros. Pero adicionalmente, se propone una medida voluntaria de monitoreo y seguimiento en el río Olivares (cuenca del Maipo) para asegurar que el proyecto no genera impacto", señalaron desde Codelco esta mañana.
"Inyectaremos agua al curso del río Blanco"
A la cita con los diputados también asistió el gerente general de la División Andina, Ricardo Palma, informándoles que encargaron un estudio a dos expertos glaciólogos -Cedomir Marangunic y Gino Casassa- sobre las consecuencias que tendrá la extensión de la mina que crecerá de sus actuales 200 hectáreas a más de 500.
Junto con admitir que los efectos del proyecto "estarán confinados a 5 de los 6 glaciares del río Blanco, lo que significará una merma de 1,3 litros por segundo en su caudal", aseguró que " para resarcirlo inyectaremos 2,6 litros por segundo al curso del río, que provienen de nuestros derechos de agua" .
Marangunic detalló esta mañana que los glaciares que afectará el proyecto son de roca, con tasas de derretimiento muy bajas. "Codelco tiene datos de la zona desde 1998. La tasa de ablación (derretimiento) es en promedio de 15 centímetros por año, mucho menor a la que tienen los glaciares blancos, que está entre los 50 centímetros y los 2 metros", dijo.
El experto indicó que su estudio sólo abordó los posibles efectos en la cuenca del río Blanco: "No tenemos datos de los glaciares de las otras cuencas (Mapocho ni Maipo) con la ampliación de esta mina que ha estado aquí desde hace más de 40 años. Tampoco existen muchos más datos. Por ejemplo, hay imágenes satelitales que indican que uno de esos otros glaciares está retrocediendo a una tasa de 2 metros por año".
Pero en la sesión en la Comisión de Minería no sólo se abordaron los posibles efectos sobre los glaciares, ya que los diputados Andrea Molina (UDI), Luis Lemus (PS) y Cristina Girardi (PPD) plantearon dudas sobre el efecto del proyecto en las napas subterráneas, las consecuencias que tendrían las ampliaciones del tranque en Ovejería (pasará de su actual capacidad de 1.930 millones de toneladas a 5.800 millones de toneladas) y del sistema de embarque de material en Quintero.