Israel es el país número uno en el mundo en reciclaje de agua, con una tasa del 75%, seguido en el segundo lugar por España con una tasa de reciclaje del 12%.
Así ha convertido Israel el desierto en un imperio regional de agua potable.
La historia de este pequeño país llamado Israel, creado en un territorio mayormente desértico, no para de contarnos enormes desafíos. Uno de los más grandes (después de los temas de seguridad) es el agua potable: las grandes sequías, y cómo abastecer a una población creciente junto a una agricultura necesitada. Lo que para muchos países hubiera sido una catástrofe, para Israel ha sido fuente de inspiración tecnológica, que ha beneficiado a casi todos los países del mundo.

Cultivos de varios alimentos han pintado de verde a los más áridos desiertos, zonas en las que nunca había crecido nada y solamente se conocían arena y piedras. Incluso el famoso libro Guinness fue testigo de esto cuando en 2013 agregara a “Godzilla”, el pimiento verde más grande del mundo, que pesando más de medio kilo, fue cosechado en pleno desierto de Israel.
Como el más claro ejemplo de invención Israelí en este sector tenemos la irrigación por goteo, el fabuloso invento de la empresa Netafim, que ha ahorrado a agricultores en todo el mundo millones de litros de agua potable. Los sistemas de irrigación por goteo desarrollados en Israel ayudaron a alcanzar una tasa de eficiencia del 70%-80% en la agricultura local, la más alta del mundo.
Tampoco podemos dejar atrás el tratamiento de aguas, Israel es el país número uno en el mundo en reciclaje de agua, con una tasa del 75%, seguido en el segundo lugar por España con una tasa de reciclaje del 12%.
Pero la cereza sobre el pastel que ha puesto a Israel en un lugar nunca antes soñado es la nueva planta desalinizadora en el sur del país. Ya en 2014, IDE Technologies, empresa israelí especializada en el tratamiento de agua, anunciaba que la planta de desalinización en Ashkelon, había marcado un récord mundial en producción, más de mil millones de metros cúbicos de agua potable de alta calidad habían sido obtenidos desde el comienzo de las operaciones en el año 2005. Esta instalación se convertía así en la planta de desalinización más moderna y grande del mundo, con capacidad de hasta 330 000 m3 por día. La planta además ha logrado uno de las precios más bajos para el agua desalinizada, y en el 2010, luego del éxito palpable, se expandió en un 20 por ciento.
De este modo y a lo largo de estos años es como Israel ha cubierto en forma constante las necesidades de agua potable de más de 1 millón de habitantes.
En este sentido y cuando el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua manifestaba el pasado Julio que “el campo mexicano enfrenta diversos desafíos para incrementar la producción de alimentos”, se proclamaba claramente la necesidad de incorporar innovaciones y proteger la sustentabilidad de los recursos naturales, mencionando también que “el mejor aprovechamiento del agua es uno de los temas centrales para conseguir los objetivos de más producción y mejores condiciones”.
Es claro que las oportunidades de colaboración tecnológica en materia de agua entre México e Israel van a ser una herramienta fundamental para hacer frente a estos desafíos. La Misión Comercial de Israel en México está preparando una visita de empresas israelíes a la República Mexicana durante los primeros meses del próximo año (fecha por confirmar). El objetivo es encontrar soluciones a los problemas del agua que enfrenta la industria y el sistema público de agua en México y promover los negocios entre empresas Mexicanas e Israelíes.