Perrier: la glamorosa agua mineral que aterriza en Chile.
Perrier es un símbolo de elegancia y calidad en el mundo. Con presencia en más de 140 países y considerada el agua mineral número uno del mundo, llega a Chile para incursionar en el inexplorado mercado de las aguas embotelladas premium.
Aníbal, general del Ejército cartaginense, la probó en su fuente de origen en Vergezè, Francia, después de haber cruzado Europa a lomo de elefante. Hoy es una de las aguas minerales más glamorosas del orbe. Con su típica botella verde, inspirada en elementos de la India, Perrier se ha transformado en símbolo de estatus: ha sido bebida de reyes, no falta en los más lujosos hoteles y tampoco en los restaurantes más exclusivos del mundo. Famosos, como Madonna, la exigen en sus camarines. La búsqueda de mejor calidad de vida ha impulsado su consumo, al igual que el de otros productos de su categoría, como la francesa Evian y la inglesa Hildon. Hoy es número uno en Francia, Japón, Canadá y EEUU y su dueña, Nestlé, cree que hacia 2011 venderá 1 billón de botellas en más de 140 países. A partir de este mes, esa cifra también incluirá a Chile, donde se distribuirá sólo en su formato clá- Francisco Javier Gómez Ha sido bebida de reyes, no falta ni en hoteles ni en restaurantes de lujo y famosos, como Madonna, la exigen en sus camarines. sico, en restaurantes, hoteles, lounges y cafés y se dirigirá a quienes prefieren productos de lujo. Con cerca de 75 plantas en todo el mundo, Perrier no siempre se llamó así. En el siglo XIX, cuando estaba en el poder Napoleón III, se la conoció como “Bouillens”, palabra derivada del francés boulliant, que significa hirviente y que refleja una de sus características: tener gas de carbón natural que viene de una corriente de origen volcánico. En 1870, el doctor Louis Perrier -quien le puso su nombre- la usó para ofrecer tratamientos medicinales. Pero el verdadero creador del concepto Perrier fue el británico John Harmsworth, quien en 1903 tomó la compañía, de nombre Vergezè, y llevó el exclusivo sabor del agua al mercado inglés. Cambió el nombre de la compañía a Source Perrier y fue tal el éxito que muy pronto se transformó en el proveedor oficial de la monarquía en Reino Unido. A partir de entonces todo fue crecimiento. Ya para 1910 se producían 10 millones de botellas de Perrier para el Viejo Continente. Entre 1914 y 1930, casi el doble: 18,2 millones de botellas. De ellas, 8,4 millones de botellas comenzaron el camino de la exportación. Tras la muerte de Harmsworth, apareció una nueva gama de socios franceses, siendo la familia Leven los nuevos accionistas mayoritarios de la compañía Société Perrier. Fuerte expansión El arribo a EEUU, en 1976, marcó un hito para Perrier, que llegó a representar el 80% de las aguas importadas a ese mercado. Uno de los puntos importantes de su éxito se debe a su estilo vanguardista y elitista y a su carácter premium. Hace un cuarto de siglo inauguró su propia sede en Inglaterra. Gracias a ello, logró entrar al mercado de Alemania, Canadá, Australia, Sudáfrica y Japón. A fines de los 80 siguió su expansión con la compra de empresas y en 1992 pasó a las manos del grupo Nestlé. La gigante suiza ha hecho una fuerte apuesta por la empresa y el negocio de las aguas. Tanto es así, que en febrero dijo a sus inversionistas “que 2009 será el año de estabilización de las aguas embotelladas en el mundo”.
" La Tercera "
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